Leggere le voci. Storia di Lucciola, rivista manoscritta femminile
Milán, Sylvestre Bonnard, 2007, 360 págs. 48,00 €
En la Sicilia profunda, a caballo entre el Otto y el Novecento, la hija de un noble siciliano y de una aristócrata inglesa, decide reunir a mujeres de toda Italia -periodistas, escritoras, pintoras hasta amas de casa- en un ambicioso proyecto: una revista manuscrita, exclusivamente (o casi) femenina. Nació así Lucciola, que de 1908 a 1926, con una envidiable regularidad, interrumpida sólo por la I Guerra Mundial, fue construida número tras número por un continuo trasiego de cuadernos a lo largo de la Península. Literatura, moda, pero también artículos de compromiso político (en los meses que precedieron a la Gran Guerra, por ejemplo) y de un cierto proto-feminismo. Los números de la revista -todos ellos, rigurosamente, únicos- se conservan ahora en Verona, donde Paola Azzolini y Daniela Brunelli los han hecho revivir en un libro sorprendente: sorprendente por la belleza de una revista compuesta de un modo tan característico (el diseño de la cubierta recorre todas las vanguardias del momento); y por la rica variedad de sus contribuciones, sorprendente porque traza una perspectiva inédita de la sociedad italiana de la época. Algunos fragmentos anticipan las grandes las grandes conquistas sociales de los nuevos tiempos. ¿Un ejemplo? La batalla por el "voto femenino" que comienza con las palabras: «Questa guerra ha fortunatamente sfatata un’altra leggenda: quella dell’incapacità delle donne a rendere opera utile nel campo intellettuale ed industriale... Dopo questa prova del fuoco la soluzione in senso positivo del voto alla donna è veramente la conseguenza di una giustizia distributiva… Purtroppo la donna è stata sinora vittima della legislazione attuale, che ha consacrato una serie di privilegi per l’uomo ed una serie di limitazioni nei diritti spettanti alla donna». No faltan, en cambio, textos más frívolos, como la «Carta a Silvio», del 21 de enero de 1911: «Silvio carissimo, tua moglie non ti ama più… Amico mio, vuoi un consiglio? Non affliggerti, non fantasticare, non creare dei fantasmi immaginari. E poi, smetti i musi e ... cerca di non spettinarti!». Una interesante introducción narra la génesis y las vicisitudes de la revista y de las mujeres que la realizaron.
Paola Azzolini es Doctora en Italianística. Ha publicado ensayos sobre la literatura del Ottocento, centrándose en la figura de algunos autores como Manzoni, Alfieri o Capuana. La Letteratura Universale Marsilio contiene un comentario sobre la obra poética de Manzoni y sus tragedias Il Conte di Carmagnola y Adelchi. Del 2002 è il volume (Bulzoni, Roma). Ha colaborado también con el Dizionario Critico della letteratura Italiana (UTET) y la Letteratura Italiana dirigida por A. Asor Rosa. Escribe en las revistas Leggere donna, Lettere italiane, L’immagine y Studi novecenteschi. Desde 1978 colabora en la página cultural de los diarios L’Arena di Verona, Il giornale di Vicenza y Brescia Oggi. Es autora del libro Il cielo vuoto dell’eroina. Identità e scrittura nel novecento italiano (2002).
Daniela Brunelli, directora de la Biblioteca central Arturo Frinzi de la Universitá degli Studi di Verona, ha centrado sus investigaciones en el estudio de la imprenta. Así, colaborado en la obra Annali della tipografia veronese del Cinquecento (1992), con un trabajo titulado «L'illustrazione tipografica a Verona nel Cinquecento». También ha publicado «Una proto-industria tipografica del Settecento: la stamperia Scolari in Verona» en la revista Miscellanea Marciana (1992-1994).
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