ORGANIZAN
Muséu del Pueblu d’Asturies
Museo Nacional de Antropología (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte)
COMISARIOS
Juaco López Álvarez
José Luis Mingote
En 1941 España acababa de salir de una guerra civil y Valentín Vega (Luanco, 1912 - El Entrego, 1997) de la cárcel, donde estuvo preso tres años por su militancia en un partido de izquierdas. No tenía trabajo y decidió dedicarse a la fotografía ambulante, siguiendo el ejemplo de sus tres hermanos que ya ejercían este oficio. Vivía por entonces en Gijón y se trasladaba casi todos los días a pueblos y villas de la cuenca minera del Nalón. Iba en bicicleta o en tren. Utilizaba una cámara tipo Leica y revelaba sus negativos en el estudio de un hermano en Gijón. Así, hasta 1951 en que se instala en un pueblo de esa cuenca, El Entrego, y abandona la fotografía de calle. De ese periodo nos quedan setenta y seis mil negativos de 35 mm, que conserva el Museo del Pueblo de Asturias. A lo largo de esos diez años retrató la vida entera de aquella población en la calle, en el trabajo, en el mercado, en bares y tiendas, en celebraciones de todo tipo, en la escuela y en los cementerios, de la cuna a la tumba. Durante la postguerra abundaron los fotógrafos porque no había cámaras fotográficas y la demanda de retratos era muy grande. Había dos clases: los minuteros, con cámaras fijas colocadas en parques, plazas o vías de mucho transito, y los fotógrafos de calle, que empleaban cámaras pequeñas de rollo de negativos de 35 mm, que iban en busca de la clientela y asistían a fiestas, mercados, bodas y a cualquier lugar al que se les llamase. Estos últimos estaban sujetos a un estricto control gubernativo porque podían fotografiar asuntos que no gustaban al nuevo régimen político salido de la guerra civil. Todos necesitaban un carné para poder ejercer la profesión. Esta actividad fue la que le permitió a Vega ganarse la vida, y para ello tuvo que hacer miles de fotografías convencionales. Pero nunca fue un fotógrafo convencional. Conocía desde niño los fundamentos del arte de la fotografía, de «aquella irrepetible luz», pues su padre y abuelo eran grandes aficionados y su padrino de bautismo fue un relevante fotógrafo profesional, Manuel García Alonso. Vega se reclamaba heredero de una tradición humanista de la fotografía, la de los antiguos profesionales que hacían de la técnica un vehículo expresivo de su concepto de la belleza. Su identificación con la fotografía, así como con la gente que fotografiaba, fue tan grande, que muchos le llamaban «Foto Vega». 10
Lugar de celebración
Museo Nacional de Antropología
C/ Alfonso XII, 68
Madrid
Entre el 16 de diciembre de 2016 y el 12 de marzo de 2017
Enlace al catálogo de la exposición
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