EXPOSICIÓN
ENTRE ESPAÑA Y RUSIA: RECUPERANDO LA HISTORIA DE LOS NIÑOS DE LA GUERRA
Fundación Pablo Iglesias (Alcalá de Henares)
16 al 30 de octubre de 2012
De lunes a viernes, de 10:00 a 14:00 horas
DIRECCIÓN CIENTÍFICA
Antonio Castillo Gómez [Universidad de Alcalá]
Pilar Domínguez Prats [Universidad de las Palmas de Gran Canaria]
Verónica Sierra Blas [Universidad de Alcalá]
COORDINACIÓN
Carmen Serrano Sánchez [Universidad de Alcalá]
Guadalupe Adámez Castro [Universidad de Alcalá]
María José Turrión [Ex-directora del Centro Documental de la Memoria Histórica, Salamanca]
PRESENTACIÓN
Entre 1936 y 1939, España sufrió los efectos de una cruel guerra fraticida que acabó con miles de infancias. Los niños españoles padecieron, al igual que los adultos, las consecuencias del conflicto y fueron víctimas directas de las hostilidades. Tuvieron que hacer frente a la escasez de alimentos, a la insalubridad y a numerosas enfermedades. Vieron cómo la violencia y la venganza se adueñaron de las calles, que pasaron de ser espacios de juego y recreo a lugares peligrosos y prohibidos. Las sirenas y los refugios se convirtieron en su día a día debido a los constantes bombardeos que asolaron el país. Dejaron de ir a las escuelas. A muchos no les quedó más remedio que marcharse. Convencidos de que sólo así podrían sobrevivir, sus padres decidieron que formaran parte de alguna de las numerosas campañas de evacuación organizadas por el Gobierno de la República. Las evacuaciones de niños al extranjero constituyeron así el primer exilio del pueblo español derivado de la Guerra Civil.
De entre todos los países que acogieron a los menores españoles, la Unión Soviética fue, sin duda, el que generó las mayores alabanzas y críticas del momento, el que más encendió las conciencias y sacudió los corazones. Los 2.895 niños que desembarcaron en los puertos de Yalta y de Leningrado entre el 21 de marzo de 1937 y finales del mes de octubre de 1938 despertaron tanto interés entonces como lo despiertan ahora, 75 años después de su partida.
Esta exposición y este ciclo de conferencias, resultado del Proyecto
Entre España y Rusia. Recuperando la historia de los Niños de la Guerra, subvencionado por el Ministerio de la Presidencia del Gobierno de España, pretenden reconstruir la vida de aquellos niños que tuvieron que abandonarlo todo por culpa de la guerra. Pero no se trata de recuperar su historia a partir de los documentos oficiales o las crónicas periodísticas de la época, sino de reescribirla dando prioridad a sus propias palabras, a sus testimonios orales y escritos (dibujos, redacciones, cartas, memorias, diarios, autobiografías, etc.) con el propósito último de dar a conocer este fenómeno histórico tanto en España como en Rusia y, al mismo tiempo, rendir un sincero homenaje a sus protagonistas.
(*) Adaptación del texto que presenta a la exposición de
Verónica Sierra Blas (Directora científica de la exposición).
Descripción
La exposición
Entre España y Rusia. Recuperando la historia de los Niños de la Guerra se inicia con un marco histórico que se desarrolla en los
paneles 1 (Guerra e infancia) y
2 (De la evacuación al exilio), donde se muestra cómo la guerra transformó el mundo infantil y cómo los niños fueron sometidos constantemente a un proceso de socialización bélica por parte de los dos bandos contendientes que tuvo como objetivo hacer partícipes, en mayor o menos medida, del conflicto. La escuela y la calle se convirtieron en verdaderos campos de batalla donde se enfrentaban día a día los dos modelos ideológicos en liza.
Tanto la República como Franco tuvieron como una de sus principales pretensiones forjar a los ciudadanos del mañana, quienes deberían, una vez terminada la contienda, reestablecer el régimen republicano o consumar la sublevación de la España nacional y católica. La propaganda pasó a impregnarlo todo y convirtió a los niños en el centro de numerosas campañas organizadas con fines muy diversos, desde recaudar donativos y conseguir armas, alimentos o medicinas hasta granjearse el apoyo de otros países a favor de una u otra causa.
Especial importancia tuvieron en este contexto la asistencia y protección a la infancia, materializadas en la fundación de multitud de organismos de ayuda, en la creación de colonias y hogares escolares (especialmente destinados a los hijos de los combatientes, a los huérfanos de guerra y a todos aquellos menores que se encontrasen en situaciones de riesgo) y en la organización de numerosas evacuaciones de niños al extranjero.
Una vez dibujado este contexto, el resto de paneles que componen la exposición están dedicados a la historia de los 2.985 niños españoles que formaron parte de las distintas evacuaciones organizadas entre 1937 y 1938 por el Gobierno republicano con destino a la Unión Soviética. Así, en los
paneles 3 (Una patria, tres mil destinos) y
4 (De españoles a rusos. Vida cotidiana, educación y política) se explica cómo tuvieron lugar las evacuaciones, cómo se desarrollaron los viajes, de qué manera fueron recibidos e instalados los menores en las diferentes Casas de Niños que el
Narkompros (el Comisariado para la Enseñanza del Pueblo soviético) creó para su acogida en diferentes lugares de la Federación Rusa y de Ucrania, cuál fue su día a día en dichas Casas, cómo se llevó a cabo su educación y de qué modo se diversificaron sus trayectorias una vez que se hicieron adultos.
El
panel 5 (Entre dos guerras) llama la atención sobre la presencia constante de la guerra en la vida de estos niños, quienes a pesar de encontrarse lejos de España nunca olvidaron que su país estaba sufriendo, estuvieron en todo momento al tanto del desarrollo del conflicto y fueron plenamente conscientes del peligro constante que sus seres queridos, algunos en el frente, otros en la retaguardia, corrían cada día. Pero los niños españoles evacuados no sólo padecieron las consecuencias de la contienda española, sino que igualmente sufrieron las derivadas de la II Guerra Mundial, en la que, además, participaron activamente defendiendo a su país de adopción.
Finalmente, el
panel 6 (Retornos y memorias) se ocupa del regreso de los «niños» a España, así como de la manera en que, a lo largo del tiempo, este particular colectivo ha ido construyendo su propia historia a partir de sus recuerdos y vivencias. Hubo que esperar hasta mediados de la década de los 50 para que las relaciones diplomáticas entre España y la Unión Soviética dieran su fruto y se pusieran en marcha distintas expediciones oficiales de retorno, que continuaron, aunque con menor participación e intensidad cada vez en las décadas posteriores. A pesar de todo, la mayoría de los menores que fueron evacuados a la URSS durante la Guerra Civil española no volvió a su país o, si lo hizo, decidió regresar a la URSS ante los innumerables contratiempos que encontró en la España franquista para poder vivir en paz.
Los niños españoles evacuados a la Unión Soviética no sólo compartieron en su infancia y adolescencia unos acontecimientos que marcaron toda su vida, sino que, además, en el transcurso de éstos fueron tejiendo importantes redes de solidaridad e inquebrantables relaciones sociales y familiares que les mantuvieron unidos para siempre. Su identidad colectiva se ha ido, por tanto, construyendo a lo largo del tiempo y contra el tiempo, y en esa construcción han jugado un papel esencial las asociaciones que han creado, los lugares de reunión, las conmemoraciones y celebraciones, los monumentos erigidos en su honor y la lucha incansable por el reconocimiento de sus derechos y por la salvaguarda de su memoria.
Lugares y fechas de la exposición
Fundación Pablo Iglesias
Colegio de San Bernardino
Claustro
C/ Colegios, 7
28801- Alcalá de Henares (Madrid)
Del 16 al 30 de octubre de 2012
De lunes a viernes, de 10:00 a 14:00 h.
Universidad de Salamanca
Facultad de Geografía e Historia
Claustros de la 1ª y la 2ª planta
C/ Cervantes, s/n
37002 - Salamanca
Del 12 al 30 de noviembre de 2012
De lunes a viernes, de 9:00 a 20:00 h.
Más información
http://www.siece.es/siece/actividades/actividades_muestras_4.html