EXPOSICIÓN
ENTRE ESPAÑA Y RUSIA: RECUPERANDO LA HISTORIA DE
LOS NIÑOS DE LA GUERRA
Universidad Autónoma de Madrid
Universidad Autónoma de Madrid
Facultad
de Filosofía y Letras
Del 23 de
abril al 5 de mayo
De lunes a viernes, de 9:00 a 20:00 h.
De lunes a viernes, de 9:00 a 20:00 h.
DIRECCIÓN CIENTÍFICA
Verónica Sierra Blas [Universidad de Alcalá]
Pilar Díaz Sánchez [Universidad Autónoma de Madrid]
COORDINACIÓN
Carmen Serrano Sánchez [Universidad de Alcalá]
Guadalupe Adámez Castro [Universidad de Alcalá]
COLABORADORES
Francisco Arriero Ranz [Universidad de Alcalá; Universidad Autónoma de Madrid]
Verónica Sierra Blas [Universidad de Alcalá]
Pilar Díaz Sánchez [Universidad Autónoma de Madrid]
COORDINACIÓN
Carmen Serrano Sánchez [Universidad de Alcalá]
Guadalupe Adámez Castro [Universidad de Alcalá]
COLABORADORES
Francisco Arriero Ranz [Universidad de Alcalá; Universidad Autónoma de Madrid]
Elena Fernández Gómez [Universidad de Alcalá]
Érika Fernández Macías [Universidad de Alcalá]
PRESENTACIÓN
Entre 1936 y 1939, España sufrió los efectos de una cruel guerra fratricida que acabó con miles de infancias. Los niños españoles padecieron, al igual que los adultos, las consecuencias del conflicto y fueron víctimas directas de las hostilidades. Tuvieron que hacer frente a la escasez de alimentos, a la insalubridad y a numerosas enfermedades. Vieron cómo la violencia y la venganza se adueñaron de las calles, que pasaron de ser espacios de juego y recreo a lugares peligrosos y prohibidos. Las sirenas y los refugios se convirtieron en su día a día debido a los constantes bombardeos que asolaron el país. Dejaron de ir a las escuelas. A muchos no les quedó más remedio que marcharse. Convencidos de que sólo así podrían sobrevivir, sus padres decidieron que formaran parte de alguna de las numerosas campañas de evacuación organizadas por el Gobierno de la República. Las evacuaciones de niños al extranjero constituyeron así el primer exilio del pueblo español derivado de la Guerra Civil.
De entre todos los países que acogieron a los menores españoles, la Unión Soviética fue, sin duda, el que generó las mayores alabanzas y críticas del momento, el que más encendió las conciencias y sacudió los corazones. Los 2.895 niños que desembarcaron en los puertos de Yalta y de Leningrado entre el 21 de marzo de 1937 y finales del mes de octubre de 1938 despertaron tanto interés entonces como lo despiertan ahora, 75 años después de su partida.
Esta exposición, resultado del Proyecto Entre España y Rusia. Recuperando la historia de los Niños de la Guerra, subvencionado por el Ministerio de la Presidencia del Gobierno de España, pretende reconstruir la vida de aquellos niños que tuvieron que abandonarlo todo por culpa de la guerra. Pero no se trata de recuperar su historia a partir de los documentos oficiales o las crónicas periodísticas de la época, sino de reescribirla dando prioridad a sus propias palabras, a sus testimonios orales y escritos (dibujos, redacciones, cartas, memorias, diarios, autobiografías, etc.) con el propósito último de dar a conocer este fenómeno histórico tanto en España como en Rusia y, al mismo tiempo, rendir un sincero homenaje a sus protagonistas.
(*) Adaptación del texto que presenta la exposición, a cargo de Verónica Sierra Blas (Directora científica de la exposición).
Descripción
La exposición Entre España y Rusia. Recuperando la historia de los Niños de la Guerra se inicia con un marco histórico que se desarrolla en los paneles 1 (Guerra e infancia) y 2 (De la evacuación al exilio), donde se muestra cómo la guerra transformó el mundo infantil y cómo los niños fueron sometidos constantemente a un proceso de socialización bélica por parte de los dos bandos contendientes que tuvo como objetivo hacer partícipes, en mayor o menos medida, del conflicto. La escuela y la calle se convirtieron en verdaderos campos de batalla donde se enfrentaban día a día los dos modelos ideológicos en liza.
Tanto la República como Franco tuvieron como una de sus principales pretensiones forjar a los ciudadanos del mañana, quienes deberían, una vez terminada la contienda, reestablecer el régimen republicano o consumar la sublevación de la España nacional y católica. La propaganda pasó a impregnarlo todo y convirtió a los niños en el centro de numerosas campañas organizadas con fines muy diversos, desde recaudar donativos y conseguir armas, alimentos o medicinas hasta granjearse el apoyo de otros países a favor de una u otra causa.
Especial importancia tuvieron en este contexto la asistencia y protección a la infancia, materializadas en la fundación de multitud de organismos de ayuda, en la creación de colonias y hogares escolares (especialmente destinados a los hijos de los combatientes, a los huérfanos de guerra y a todos aquellos menores que se encontrasen en situaciones de riesgo) y en la organización de numerosas evacuaciones de niños al extranjero.
Una vez dibujado este contexto, el resto de paneles que componen la exposición están dedicados a la historia de los 2.985 niños españoles que formaron parte de las distintas evacuaciones organizadas entre 1937 y 1938 por el Gobierno republicano con destino a la Unión Soviética. Así, en los paneles 3 (Una patria, tres mil destinos) y 4 (De españoles a rusos. Vida cotidiana, educación y política) se explica cómo tuvieron lugar las evacuaciones, cómo se desarrollaron los viajes, de qué manera fueron recibidos e instalados los menores en las diferentes Casas de Niños que el Narkompros (el Comisariado para la Enseñanza del Pueblo soviético) creó para su acogida en diferentes lugares de la Federación Rusa y de Ucrania, cuál fue su día a día en dichas Casas, cómo se llevó a cabo su educación y de qué modo se diversificaron sus trayectorias una vez que se hicieron adultos.
El panel 5 (Entre dos guerras) llama la atención sobre la presencia constante de la guerra en la vida de estos niños, quienes a pesar de encontrarse lejos de España nunca olvidaron que su país estaba sufriendo, estuvieron en todo momento al tanto del desarrollo del conflicto y fueron plenamente conscientes del peligro constante que sus seres queridos, algunos en el frente, otros en la retaguardia, corrían cada día. Pero los niños españoles evacuados no sólo padecieron las consecuencias de la contienda española, sino que igualmente sufrieron las derivadas de la II Guerra Mundial, en la que, además, participaron activamente defendiendo a su país de adopción.
Finalmente, el panel 6 (Retornos y memorias) se ocupa del regreso de los «niños» a España, así como de la manera en que, a lo largo del tiempo, este particular colectivo ha ido construyendo su propia historia a partir de sus recuerdos y vivencias. Hubo que esperar hasta mediados de la década de los 50 para que las relaciones diplomáticas entre España y la Unión Soviética dieran su fruto y se pusieran en marcha distintas expediciones oficiales de retorno, que continuaron, aunque con menor participación e intensidad cada vez en las décadas posteriores. A pesar de todo, la mayoría de los menores que fueron evacuados a la URSS durante la Guerra Civil española no volvió a su país o, si lo hizo, decidió regresar a la URSS ante los innumerables contratiempos que encontró en la España franquista para poder vivir en paz.
Los niños españoles evacuados a la Unión Soviética no sólo compartieron en su infancia y adolescencia unos acontecimientos que marcaron toda su vida, sino que, además, en el transcurso de éstos fueron tejiendo importantes redes de solidaridad e inquebrantables relaciones sociales y familiares que les mantuvieron unidos para siempre. Su identidad colectiva se ha ido, por tanto, construyendo a lo largo del tiempo y contra el tiempo, y en esa construcción han jugado un papel esencial las asociaciones que han creado, los lugares de reunión, las conmemoraciones y celebraciones, los monumentos erigidos en su honor y la lucha incansable por el reconocimiento de sus derechos y por la salvaguarda de su memoria.
PROGRAMA
MIÉRCOLES, 23 de abril
ACTO DE INAUGURACIÓN
10:00 h. Presentación:
PRESENTACIÓN
Entre 1936 y 1939, España sufrió los efectos de una cruel guerra fratricida que acabó con miles de infancias. Los niños españoles padecieron, al igual que los adultos, las consecuencias del conflicto y fueron víctimas directas de las hostilidades. Tuvieron que hacer frente a la escasez de alimentos, a la insalubridad y a numerosas enfermedades. Vieron cómo la violencia y la venganza se adueñaron de las calles, que pasaron de ser espacios de juego y recreo a lugares peligrosos y prohibidos. Las sirenas y los refugios se convirtieron en su día a día debido a los constantes bombardeos que asolaron el país. Dejaron de ir a las escuelas. A muchos no les quedó más remedio que marcharse. Convencidos de que sólo así podrían sobrevivir, sus padres decidieron que formaran parte de alguna de las numerosas campañas de evacuación organizadas por el Gobierno de la República. Las evacuaciones de niños al extranjero constituyeron así el primer exilio del pueblo español derivado de la Guerra Civil.
De entre todos los países que acogieron a los menores españoles, la Unión Soviética fue, sin duda, el que generó las mayores alabanzas y críticas del momento, el que más encendió las conciencias y sacudió los corazones. Los 2.895 niños que desembarcaron en los puertos de Yalta y de Leningrado entre el 21 de marzo de 1937 y finales del mes de octubre de 1938 despertaron tanto interés entonces como lo despiertan ahora, 75 años después de su partida.
Esta exposición, resultado del Proyecto Entre España y Rusia. Recuperando la historia de los Niños de la Guerra, subvencionado por el Ministerio de la Presidencia del Gobierno de España, pretende reconstruir la vida de aquellos niños que tuvieron que abandonarlo todo por culpa de la guerra. Pero no se trata de recuperar su historia a partir de los documentos oficiales o las crónicas periodísticas de la época, sino de reescribirla dando prioridad a sus propias palabras, a sus testimonios orales y escritos (dibujos, redacciones, cartas, memorias, diarios, autobiografías, etc.) con el propósito último de dar a conocer este fenómeno histórico tanto en España como en Rusia y, al mismo tiempo, rendir un sincero homenaje a sus protagonistas.
(*) Adaptación del texto que presenta la exposición, a cargo de Verónica Sierra Blas (Directora científica de la exposición).
Descripción
La exposición Entre España y Rusia. Recuperando la historia de los Niños de la Guerra se inicia con un marco histórico que se desarrolla en los paneles 1 (Guerra e infancia) y 2 (De la evacuación al exilio), donde se muestra cómo la guerra transformó el mundo infantil y cómo los niños fueron sometidos constantemente a un proceso de socialización bélica por parte de los dos bandos contendientes que tuvo como objetivo hacer partícipes, en mayor o menos medida, del conflicto. La escuela y la calle se convirtieron en verdaderos campos de batalla donde se enfrentaban día a día los dos modelos ideológicos en liza.
Tanto la República como Franco tuvieron como una de sus principales pretensiones forjar a los ciudadanos del mañana, quienes deberían, una vez terminada la contienda, reestablecer el régimen republicano o consumar la sublevación de la España nacional y católica. La propaganda pasó a impregnarlo todo y convirtió a los niños en el centro de numerosas campañas organizadas con fines muy diversos, desde recaudar donativos y conseguir armas, alimentos o medicinas hasta granjearse el apoyo de otros países a favor de una u otra causa.
Especial importancia tuvieron en este contexto la asistencia y protección a la infancia, materializadas en la fundación de multitud de organismos de ayuda, en la creación de colonias y hogares escolares (especialmente destinados a los hijos de los combatientes, a los huérfanos de guerra y a todos aquellos menores que se encontrasen en situaciones de riesgo) y en la organización de numerosas evacuaciones de niños al extranjero.
Una vez dibujado este contexto, el resto de paneles que componen la exposición están dedicados a la historia de los 2.985 niños españoles que formaron parte de las distintas evacuaciones organizadas entre 1937 y 1938 por el Gobierno republicano con destino a la Unión Soviética. Así, en los paneles 3 (Una patria, tres mil destinos) y 4 (De españoles a rusos. Vida cotidiana, educación y política) se explica cómo tuvieron lugar las evacuaciones, cómo se desarrollaron los viajes, de qué manera fueron recibidos e instalados los menores en las diferentes Casas de Niños que el Narkompros (el Comisariado para la Enseñanza del Pueblo soviético) creó para su acogida en diferentes lugares de la Federación Rusa y de Ucrania, cuál fue su día a día en dichas Casas, cómo se llevó a cabo su educación y de qué modo se diversificaron sus trayectorias una vez que se hicieron adultos.
El panel 5 (Entre dos guerras) llama la atención sobre la presencia constante de la guerra en la vida de estos niños, quienes a pesar de encontrarse lejos de España nunca olvidaron que su país estaba sufriendo, estuvieron en todo momento al tanto del desarrollo del conflicto y fueron plenamente conscientes del peligro constante que sus seres queridos, algunos en el frente, otros en la retaguardia, corrían cada día. Pero los niños españoles evacuados no sólo padecieron las consecuencias de la contienda española, sino que igualmente sufrieron las derivadas de la II Guerra Mundial, en la que, además, participaron activamente defendiendo a su país de adopción.
Finalmente, el panel 6 (Retornos y memorias) se ocupa del regreso de los «niños» a España, así como de la manera en que, a lo largo del tiempo, este particular colectivo ha ido construyendo su propia historia a partir de sus recuerdos y vivencias. Hubo que esperar hasta mediados de la década de los 50 para que las relaciones diplomáticas entre España y la Unión Soviética dieran su fruto y se pusieran en marcha distintas expediciones oficiales de retorno, que continuaron, aunque con menor participación e intensidad cada vez en las décadas posteriores. A pesar de todo, la mayoría de los menores que fueron evacuados a la URSS durante la Guerra Civil española no volvió a su país o, si lo hizo, decidió regresar a la URSS ante los innumerables contratiempos que encontró en la España franquista para poder vivir en paz.
Los niños españoles evacuados a la Unión Soviética no sólo compartieron en su infancia y adolescencia unos acontecimientos que marcaron toda su vida, sino que, además, en el transcurso de éstos fueron tejiendo importantes redes de solidaridad e inquebrantables relaciones sociales y familiares que les mantuvieron unidos para siempre. Su identidad colectiva se ha ido, por tanto, construyendo a lo largo del tiempo y contra el tiempo, y en esa construcción han jugado un papel esencial las asociaciones que han creado, los lugares de reunión, las conmemoraciones y celebraciones, los monumentos erigidos en su honor y la lucha incansable por el reconocimiento de sus derechos y por la salvaguarda de su memoria.
PROGRAMA
MIÉRCOLES, 23 de abril
ACTO DE INAUGURACIÓN
10:00 h. Presentación:
Antonio Cascón Dorado [Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad Autónoma de Madrid]
Pilar Díaz Sánchez [Profesora de la Universidad Autónoma de Madrid y
Presidenta del Seminario de Fuentes Orales “Mª Carmen García Nieto” de la
Universidad Complutense de Madrid]
Verónica Sierra Blas [Directora científica de la exposición y profesora de
la Universidad de Alcalá]
Aurelio Martín Nájera [Director del Archivo y de la Biblioteca de la
Fundación Pablo Iglesias]
Antonio Crespo Massieu [Poeta y autor del libro Elegía en Portboul]
ACTUACIÓN MUSICAL
Canciones rusas
Elena Nikonorova [voz y guitarra]
(*) El acto inaugural tendrá lugar en el Módulo IV, Sala
de vídeo nº2 de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Madrid.
Lugar y fecha de la exposición
Universidad Autónoma de Madrid
Facultad
de Filosofía y Letras
Hall de entrada y pasillo principal
de la 1ª planta
C/ Tomás y Valiente, 1
Ciudad Universitaria de Cantoblanco28049 - Madrid
Del 23 de abril al 5 de mayo de 2014
De lunes a viernes, de 9:00 a 20:00 h.
Más información
http://www.siece.es/siece/actividades/actividades_muestras_4.html
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