Los días 20 y 21 de mayo de 2025, la University of St Andrews acogerá el primer congreso del proyecto COMLAWEU, titulado Government Print in Early Modern Europe: Law, Politics and Printers.
"La política europea de la Edad Moderna estuvo inextricablemente ligada a la invención de la imprenta con tipos móviles a mediados del siglo XV. Hacia 1500, las autoridades seculares de toda Europa, desde Augsburgo y Bolonia hasta Deventer y Valencia, habían empezado a publicar estatutos, leyes y edictos en letra impresa para difundirlos entre sus súbditos.
Aunque la publicación impresa de ordenanzas era habitual en toda Europa, el grado en que las autoridades plasmaban sus dictámenes en letra impresa variaba enormemente. En grandes ciudades como Milán, Lyon y Colonia, las autoridades municipales recurrieron a la imprenta a principios del siglo XVI, pero de forma irregular y sólo cuando lo exigían circunstancias excepcionales. Estas intervenciones se referían a menudo a fluctuaciones en los precios del pan, brotes de peste o anuncios relativos a los mercados. Durante las décadas de 1560 y 1570, los magistrados de Lyon y Colonia comenzaron a hacer un uso más regular de los panfletos y folletos impresos, como resultado directo de la incertidumbre desatada por la guerra, la agitación económica y la tensión religiosa. En cambio, se conocen muy pocas ordenanzas municipales impresas en las Islas Británicas o Escandinavia antes de finales del siglo XVII, donde prácticamente todos los edictos impresos eran publicados por la corona o el Parlamento. También había regiones en Europa, como la República Holandesa, donde incluso las pequeñas aldeas de varios cientos de habitantes distribuían sus ordenanzas locales impresas.
En 1700, se habían publicado en Europa al menos 133.000 ediciones de ordenanzas y edictos (según las últimas estadísticas del Universal Short Title Catalogue), y en esa fecha las publicaciones estatales figuraban entre el tipo de texto más común que salía de las imprentas. Esto es aún más notable si tenemos en cuenta que los ejemplares que se conservan de este género son sólo una pequeña muestra representativa de la probable producción total: las pancartas pegadas en paredes y esquinas tenían pocas posibilidades de sobrevivir para la posteridad.
Cada vez son más los trabajos que señalan el importante papel que desempeñaron los periódicos y panfletos impresos en los conflictos políticos y en el fomento de un público políticamente comprometido. Los historiadores del libro y de la imprenta también señalan cada vez más la importancia de los impresos «efímeros», como ordenanzas y edictos, para garantizar la viabilidad a largo plazo de la imprenta y el comercio del libro. Los grandes proyectos editoriales inmovilizaban capital y no ofrecían un rápido retorno de la inversión. Por otro lado, imprimir para el gobierno era una estrategia útil para mantener un flujo de caja constante. Los impresores podían completar una remesa de carteles en uno o dos días de trabajo, entregar todo el lote a la cancillería y cobrar en efectivo. Aunque los folletos oficiales pueden considerarse una forma de «efímeros», los profesionales del libro respetaban este tipo de trabajo. Las publicaciones estatales se realizaban a menudo con gran esmero y en papel de alta calidad.
Para los impresores, la producción de edictos oficiales era el trabajo ideal y el privilegio de imprimir para el Estado era muy disputado. Ser designado «impresor real» o «impresor de la ciudad» era deseable por el estatus que conferían tales títulos, así como por los pagos que acompañaban a la impresión para el gobierno. En muchos Estados europeos, los impresores que tenían el monopolio de la producción de proclamas y edictos solían ser los más ricos del gremio: en La Haya del siglo XVII, Machteld van Leuningen, impresor de los Estados Generales y de los Estados de Holanda, llegó incluso a ser uno de los ciudadanos más ricos de toda la ciudad. Su éxito se repitió en otros lugares, como en Edimburgo, donde Agnes Campbell dominó el comercio escocés de la imprenta durante más de tres décadas gracias a su cargo de Impresora Real.
Impresores como Van Leuningen y Campbell también explotaron sus monopolios para la venta comercial de ordenanzas y edictos: un segmento importante y hasta ahora poco explorado del mercado de publicaciones estatales. Lo que está cada vez más claro, sin embargo, es que en la Europa moderna temprana existía una relación de apoyo mutuo entre la industria gráfica y el gobierno. Para los impresores, las autoridades representaban el mejor tipo de cliente: un cliente habitual que exigía pocos riesgos por parte de la industria. Para las autoridades, los impresores habían llegado a desempeñar un papel fundamental en el buen funcionamiento de la administración diaria y en el mantenimiento del delicado vínculo político entre los gobernantes y sus habitantes."
Las propuestas de comunicaciones (máximo 20 minutos), deben incluir un resumen (máximo 300 palabras) y una breve biografía (máximo 150 palabras) deben enviarse al Dr. Arthur der Weduwen, investigador principal del proyecto COMLAWEU, antes del 31 de octubre de 2024, a adw7@st-andrews.ac.uk.
Se invita a presentar comunicaciones sobre cualquier aspecto cubierto por en encuentro, que tratará de dar respuesta a algunas de las siguientes preguntas:
- ¿Cuál fue el impacto de la imprenta en la codificación y difusión del Derecho?
- ¿Hasta qué punto era común la publicación de leyes en forma impresa y cómo cambió con el tiempo?
- ¿Cómo utilizaban la imprenta las autoridades laicas para comunicarse con sus súbditos? ¿Hasta qué punto intentaban comunicarse con públicos ajenos a su jurisdicción legal?
- ¿Cómo evolucionó la figura del «impresor privilegiado» (real, ducal, municipal, etc.) y qué importancia tuvo la imprenta gubernamental en el negocio de estos artesanos?
- ¿Qué influencia ejercían los impresores sobre la composición y el aspecto de los letreros, ordenanzas y declaraciones? ¿Cómo cambiaron con el tiempo las normas tipográficas y visuales de la impresión gubernamental?
- ¿Hasta qué punto circulaban comercialmente copias de leyes y otras publicaciones estatales? ¿En qué otras formas se reeditaban o reimprimían (como en crónicas, publicaciones periódicas y diarios)?
Está previsto que los trabajos presentados en la conferencia se publiquen también, a finales de 2026, en un volumen editado.
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