«Conversación entre ausentes», al decir de Cicerón; la carta puede que sea el instrumento de comunicación social y político más efectivo de la Edad Moderna. Desde la época de la primera globalización, la correspondencia permitió minimizar las diversas consecuencias de las distancias físicas y emocionales, estableciendo puentes de unión entre individuos repartidos por las cuatro partes del mundo que ocuparon los imperios español y portugués (Europa, América, África y Asia). Los intercambios epistolares de todo tipo alcanzaron una expansión notable convirtiéndose en herramientas imprescindibles para el ejercicio del gobierno, la evangelización y el comercio, así como para mantener los vínculos personales entre quienes se hallaban separados. En esa época, la práctica epistolar fue objeto de una amplia producción teóricopráctica sobre los modos que debían seguirse al escribir las cartas según la materia de estas y el rango de los destinatarios. Junto al análisis de la materialidad epistolar, se estudiará también el funcionamiento y desarrollo del correo en la Época Moderna para valorar su incidencia en la efectividad comunicativa de las misivas.
Lugar de celebración
Casa de Velázquez
C/ Paul Guinard, 3
28040 Madrid17 y 18 de noviembre de 2016
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