Philippe Artières
Barcelona, Gedisa, 2016
ISBN: 978-84-9784-850-3
232 págs.
21,9 €
De 1850 a 1914, los médicos constituyen la escritura de los margi-nales en objetos reveladores de la verdad. Al leer las escrituras ordi-narias, descubren objetos inquietantes, como escritos que escapan a su clave de lectura, signos gráficos que parecen testimoniar en ca-rácter anormal de su autor y, finalmente, rasgos gráficos que revelan patologías desconocidas. Así pues, se trata de descifrar los escritos de los marginales para determinar sus características. Se procura identificar los signos que indican el grado de normalidad del escribiente. Se observa el gesto gráfico, al fin de aislar las patologías propias del mecanismo de la escritura. Por último, debido al entusiasmo por la grafología, la medicina trata de clarificar las claves que ella utiliza. De este modo, los médicos hacen entrar a la escritura en el laboratorio. Estos conocimientos inducen muchas modificaciones en la sociedad de fines de siglo. Así, se reconsidera el peritaje, se renueva la enseñanza de la escritura y se modifica su práctica profesional. Valiéndose de las herramientas creadas por Michel Foucault, este ensayo muestra precisamente de qué modo la medicina ha apelado a la escritura para crear una nueva división entre el bien y el mal, lo verdadero y lo falso, lo natural y lo artificial, lo normal y lo patológico.
ÍNDICE
1. El escrituro, discurso del ausente
2.El signo gráfico, espejo de la anormalidad
3. La escritura, prosa del cuerpo.
4. El acto gráfico sometido a la experiencia
5. La escritura a prueba de la técnica
6. La racionalización de la lectura del signo gráfico
7. El peritaje repensado en la escritura
8. La enseñanza renovada de la escritura
9. La limitación de la hegemonía gráfica
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